LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEA CON TODOS VOSOTROS.

AMEN.


BENDICIONES!!!

martes, 19 de octubre de 2010

LIMITACIONES REALES O MENTALES?

Queridos lectores Dios los bendiga, Según la enciclopedia electrónica wordreference el significado de limitación es : Impedimento, defecto o restricción que reduce las posibilidades o la amplitud de algo.

Las limitaciones mas grandes que existen en el hombre se encuentran en su mente , como esta escrito en Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.

Nosotros somos y seremos lo que pensemos de nosotros mismos , por eso es muy importante llenar nuestro corazón y mente de fe , ya que ese es el combustible que nos permitirá alcanzar lo que para nuestros ojos y razón es imposible.

recordemos que le fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve , por eso debemos seguir trabajando en lo que queremos alcanzar aunque nuestros ojos aun no lo vean.

el día de hoy publicare un video que nos enseña que la limitación es algo que existe solamente en nuestra mente , y que si hacemos las cosas con Amor , disciplina y sobre todo con fe , algún día eso que es intangible se volverá tangible porque al que cree todo le es posible.

Dios los bendiga.

viernes, 8 de octubre de 2010

SANIDAD INTERIOR: LA PRACTICA DEL OCULTISMO Y SUS CONSECUENCIAS



















SANIDAD INTERIOR: LA PRACTICA DEL OCULTISMO Y SUS CONSECUENCIAS

Trataremos aquí, de presentar la nociones básicas que nos permitan distinguir claramente la realidad espiritual que nos rodea. Es decir, la tremenda lucha entre la luz y las tinieblas, la primera, representada por Jesús para salvar a las almas de los hombres, y la segunda, por Satanás que tiene como fin su destrucción.

Por esta causa, Jesús comisionó a sus discípulos con AUTORIDAD EN SU NOMBRE, para ejercer un ministerio de sanidad y liberación de las fuerzas que las tinieblas ejercen sobre los hombres. Leamos algunos ejemplos: “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir”.
“En cualquier ciudad donde entréis… sanad a los enfermos que en ella haya…” (Lc. 10:1, 8, 9).
“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aún los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, (dos símbolos bíblicos), y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. (Lc. 10:17-20). El último verso hace bien claro el hecho, de que el ser salvos, es una causa MAYOR para el regocijo, que hechar fuera demonios en el nombre de Jesús. El objetivo principal de nuestro ministerio no es hechar fuera demonios, sino predicar el evangelio a los perdidos.

Ahora, a fin de predicar el evangelio de una manera que las personas respondan y sean salvas, tenemos que trabajar en el poder y demostración del Espíritu, (1 Cor. 2:4). Es vital que tengamos autoridad sobre los demonios de satanás, y que pongamos tal autoridad en práctica.

Dos grandes poderes están envueltos en una lucha de vida o muerte, por los seres humanos. Pedro y Juan describieron esto de la siguiente manera:
“… velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. (1 Ped. 5:8).
“Para esto apareció e Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. (1 Juan 3:8). Jesús nos llama a unirnos en su obra de destrucción de las obras del diablo.
Nos será de ayuda informativa el describir brevemente al diablo y sus demonios.

A) ¿QUIEN ES SATANAS?
Satanás es el dios de este mundo, (2 Cor. 4:4). El era príncipe de naciones, (Mt. 4:8,9). El es el autor de todas las miserias y problemas, de todas nuestras enfermades y dolores, y de la misma muerte. Es rey y comandante de todos los espíritus demoniacos. El reina sobre todos los ejércitos de las tinieblas y del infierno. Su principal deseo y maquinación es destruir las vidas humanas; por consiguiente, se complace en causar dolor al corazón de Dios, nuestro Padre celestial.

Podemos entender mejor quién es por los nombres que la Biblia le da:
1- El diablo: en Mt. 13:19, es llamado “el malo”. En el vr. 39, es llamado “el enemigo” y “el diablo”. La terminología diablo significa “acusador”, “difamador” o “calumniador”.
2- El acusador: en Ap. 12:10, es llamado “acusador de nuestros hermanos”.
3- El adversario: en 1 Ped. 5:8, es llamado “el adversario”, y es comparado con “un león rugiente”, quien anda alrededor buscando a quien devorar”.
4- El dragón: Ap. 20:2, es descrito por un grupo de nombres tan repugnantes que causa disgusto mencionarlos: “el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás”.
5- El padre de mentiras: en Juan 8:44, es llamado por Jesús “homicida, mentiroso, y padre de mentiras”.
6- El tentador: en Mt. 4:3.
7- El príncipe de los demonios: en Mt. 12:24.
8- El príncipe de la postestad del aire: en Ef. 2:2.
9- El príncipe de este mundo: en Jn. 14:30.
10- El engañador: en 2 Cor. 11:3, es llamado “la serpiente con su astucia engañó a Eva” (o sea engañador).

B) ¿QUE SON DEMONIOS?
Algunos dicen que los demonios no exísten, que el título es meramente una figura poética del lenguaje, pero eso no es cierto. La Biblia es tan clara y denfinida en sus enseñanzas concernientes a los demonios, como lo es en relación a los ángeles. Ambos son reales hoy. Ambos deben ser estudiados bíblicamente y entendidos en el contexto general de toda la Biblia.

Los demonios son seres espirituales caídos, malvados, aborrecibles y destructivos. Son personalidades, de la misma manera en que los espíritus humanos son personalidades. Los demonios son espíritus sin cuerpos físicos donde puedan morar. Nosotros somos espíritus con cuerpos. Nuestros espíritus vinieron de Dios. Los espíritus de los demonios sirven a Satanás y son enviados de su parte.

1- Pertenecen al diablo.
Los demonios pertenecen a satanás, quien es el gobernador de los demonios. Jesús habla de ellos como sigue: “… el diablo y sus ángeles” (Mt. 25:41). La terminología griega “Diabolos” (diablo), significa “acusador” o “calumniador”. Es siempre usado en el singular en el Nuevo Testamento.
Las palabras “daimon y daimonion” son usadas tanto en singular como en plural, y no son intercambiables con la terminología de “diabolos”, siendo que sólo existe un “diabolos”, el diablo, pero existen muchos “daimonion o daimon”, demonios.

2- Son ángeles caídos.
Los demonios son ángeles caídos, “que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada” (Jud. 6). Cuando fueron creados al principio, eran criaturas perfectas, pero recibieron la libertad para escoger entre el bien y el mal. Los demonios son ángeles que escogieron desobedecer a Dios y hacer la voluntad de satanás.

a) Algunos están en prisión. Primero, están los que pecaron y están al presente en “prisiones de oscuridad” (2 Ped. 2:4), esperando por el juicio de los ángeles (1 Cor. 6:3).
b) Algunos están libres. Segundo, están los que cayeron, y a quienes Dios les ha permitido continuar sierviendo a satanás y a su reino. La razón para esto es uno de los secretos de Dios (Dt. 29:29). Satanás no es omnipresente (no puede estar en todas partes al mismo tiempo, como Dios; debido a su limitación de ser un ser creado); no obstante, tiene una multitud de demonios o espíritus que hacen su voluntad con tanta presición que parece estar presente en todas partes.

Lo visto hasta aquí, nos es útil para conocer a nuestro enemigo e inclusive saber que el esta organizado como un ejercito, por regiones y áreas de autoridad, según Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra postestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Esto describe de un modo muy categórico la realidad y la naturaleza de nuestra batalla espiritual.

DIOS QUIERE EN ESTE ENCUENTRO LIBERARNOS DE TODA ATADURA ESPIRITUAL DE MALDAD, que a través de puertas abiertas ya sea por el pecado, herencia o prácticas ocultistas, hayan dado derecho legal a los demonios sobre nuestras vidas para atormentarnos.
AL PUNTO QUE ESTEMOS LISTOS PARA “VESTIRNOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS”, muchos guerreros se van a levantar hoy, para conquistar la tierra que Dios nos ha prometido a nivel personal, familiar y en nuestras iglesias.

Por eso debemos estar orando, ya que el enemigo va a tratar de distraernos, o que nos sintamos mal, o con molestias físicas, cansancio, etc…. para que te retires antes… en fin sintomas mentirosos, para que no recibas la sanidad y liberación completa que Dios tiene para ti. Si es necesario pide oración a cualquier líder o colaborador, para que te fortalézcas y estés firme hasta el final.

C) ¿QUE NOS DICE DIOS RESPECTO A ESTO COMO SUS HIJOS?

1- Nosotros tenemos la armadura de Dios.
A veces el enemigo trata de hacernos sentir miedo… pero la realidad es que él no tiene poder sobre nosotros. Hemos recibido toda la armadura de Dios con la cual podemos resistirle. Jesús antes de ascender al Padre, otorgó a cada creyente el derecho de ejercer autoridad en Su Nombre, contra el diablo.
La espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios, esta a nuestra disposición para que la usemos contra satanás.
Nuestros pies están calzados con el evangelio.
El yelmo de salud (salvación) está puesto sobre nuestras cabezas, y el escudo de la fe es nuestra defensa, con el cual podemos apagar todos los dardos de fuego del enemigo (Ef. 6:13-18).

2- Tenemos poder sobre el enemigo.
Jesús, nuestro capitán, dice: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo” (Lc. 10:19).
“… les dió (Jesús) poder y autoridad sobre todos los demonios…” (Lc.9:1).
“… En mi nombre echarán fuera demonios…” (Mr. 16:17).

RECUERDA ENTONCES QUE HOY ES TU DIA, QUE DIOS QUIERE DARTE LO MEJOR. ¡Y QUE NO HAY DEMONIO QUE PUEDA IMPEDIRLO!

D) LA PRACTICA DEL OCULTISMO Y LAS MALDICIONES QUE NOS ACARREA.

1- ¿Cristianos con demonios?
Este es uno de los temas mas controvertidos en los últimos años, porque de alguna manera acarrea una discusión doctrinal que tiene distintas posturas. Por lo que se refiere a esta exposición, de ninguna manera sentamos doctrina alguna. Ya que enfocamos el tema al área de consejeria, dejando ello para los teólogos y tratados de estudios que profundizen el tema en el tiempo y espacio necesario.
Sin embargo, es importante que sepamos asirnos de las escrituras y también de la experiencia. Pues aunque la Biblia no nos dice abiertamente que un cristiano puede estar demonizado, tampoco nos dice lo contrario. Además algunos textos y la experiencia en consejeria pastoral, nos hacen suponer, con mucha firmeza, que pueden estarlo excepcionalmente y en casos muy puntuales.

Si hemos entendido las diferentes áreas que componen al ser humano, entonces concluiremos que EN LAS AREAS DONDE NO HAY RENDICION al Señorio de Cristo, el Espíritu Santo no puede gobernar. Por lo tanto, toda desobediencia -en cualquiera de las áreas de la personalidad- abre una puerta legal para que los demonios opriman y atormenten la vida de un cristiano. Por esa razón el apóstol Pablo nos amonesta a los cristianos: “no deis lugar al diablo” (Efesios 4:27).

La palabra griega para “asechanzas” es “metodeia” que significa, método y plan establecido de engaño. ¿Puede un cristiano estar poseído? Claro que sí, en aquéllas áreas en donde se le ha abierto y se habla el mismo lenguaje que satanás. El tiene un interés especial por el cristiano, por el cuerpo de Cristo ya que el hará todo lo posible para destruir y debilitar el ministerio de la iglesia en este mundo. Hay principados que se encargan, directamente, de destrir las iglesias, principados de denominacionalismo, sectarismo, mundanalidad, etc.

Muchos víven con la media verdad de que le diablo no puede tocar al creyente, esto es cierto, pero siempre y cuando el creyente viva en santidad y no comience a juguetear con el pecado. (Alguna base bíblica: No caer en condenación o en el lazo del diablo: 1 Tim. 3:6,7; No apartarse en pos de satanás: 1 Ped. 5:8,9; No dejarlo entrar en la vida, cuando se dice que satán entró en la vida de la persona, hay referencia al pecado voluntario, como el de Judas (Lc. 22.3; Jn. 13:27) o Ananías (Hch. 5:3); la palabra “llenar” es “pleroo”, llenar hasta arriba, la misma utilizada en Ef. 4:27. El diablo puede ejercer control total o parcial por el pecado. El enemigo puede morar en el lugar que el creyente le otorgue.

Por eso repito, solo en casos puntuales (y según lo aprendido y experimentado, en grandes campañas evangelísticas y consejeria pastoral por mas de treinta años), el cristiano está totalmente poseído. Siempre es una excepción, como lo refieren los textos arriba citados. Lo que si es una realidad mas común, son los cristianos “oprimidos por el diablo” en diferentes áreas de su vida. Pero siempre porque se continúa en desobediencia. Lo importante aquí, es recalcar, que la misericordia de Dios es nueva cada dia. Para todo aquel que se arrepiente de corazón y vuelve al Señor. Luego de un verdadero arrepentimiento, y renuncia al pecado de que se trate, es imposible que un verdadero cristiano no alcance perdón, liberación y Salúd. Así, todo cristiano que ama a su Señor y procura agradarle puede estar seguro.Todo esto lo continuaremos desarrollando en este estudio.

“Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó”
Romanos 8:37

“Se permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho”
Juan 15:7

Que Dios te bendiga.

LOS CRISTIANOS - ORAR Y PROCLAMAR LA PALABRA DEL SEÑOR

Algunas de las viudas cristianas de cultura griega empezaron a quejarse de que no las atendían como a las demás, y los apóstoles, encontrándose en una situación potencialmente muy divisiva, comenzaron a delegar muchas de sus funciones en un pequeño grupo de hombres que todos reconocían que estaban llenos del Espíritu Santo y comprometidos con el Señor. De esa forma, los apóstoles quedarían más libres para seguir orando y proclamando el mensaje de Dios [Hechos 6,4].

Los Cristianos – Orar y proclamar la palabra del Señor

A primera vista parece un incidente de importancia menor, pero a juzgar por la manera en que lo describe Lucas, esta situación encierra una importante verdad: la estrecha relación personal con Cristo no es privilegio exclusivo de unos pocos. Es cierto que no todos están llamados a ser apóstoles, y que no todos pueden dedicarse a orar varias horas al día, pues todos tenemos vocaciones que se cumplen en el ámbito del trabajo o en la vida familiar, por lo cual el tiempo se nos restringe considerablemente.

El Señor sabe que se necesitan muchas vocaciones diversas para que la Iglesia sea un poderoso testimonio del amor de Dios, pero no por eso va a permitir que las exigencias de cada vocación le impidan a nadie recibir su amor. Quienes se sienten agobiados por las muchas obligaciones del trabajo deben tener presente que es muy importante encomendarse a Dios al momento de levantarnos, prometiéndole que no queremos ofenderlo, y dedicándonos a nuestros quehaceres y deberes cotidianos con la decisión de elevar el espíritu hacia Dios, aun estando con otras personas. ¿Quién nos puede impedir que le hablemos al Señor en lo recóndito de nuestro corazón? A Él le da lo mismo que le hablen con la mente o con la voz.

Como integrantes de la Iglesia dedicarnos un tiempo a la oración y al anuncio de la Palabra de Dios, pero sin descuidar la preocupación por el bienestar de quienes sufren las consecuencias de la pobreza, de la injusticia social, o de la enfermedad. Para ello se debe encontrar canales de asistencia, no desde el punto de vista meramente filantrópico, sino desde el auténtico amor cristiano que nos hace acercarnos en nombre de Cristo a quienes necesitan de nuestra ayuda, viendo en ellos el Rostro del mismo Cristo a quien hemos de amar sirviéndolo.

Por voluntad de Dios hemos de ser la cercanía amorosa de Dios para nuestro prójimo. No podemos confesarnos cristianos, y acercarnos a los demás convertidos para ellos en ocasión de dolor, de sufrimiento, de persecución o de muerte. No podemos pasarnos la vida destruyendo a los demás, explotándolos de tal forma que lleguemos a una injusticia tan grande que queramos comprar al pobre por un par de sandalias. Quien se confiese hijo de Dios pero no sea capaz de ser ocasión de paz, de alegría, de una esperanza que se recupera, de un amor que devuelva la felicidad, no puede en verdad decir que es sincero en su fe. El Señor nos quiere al servicio de los demás, orando para conocer la voluntad de Dios y para cumplirla, proclamando el Evangelio para que la salvación llegue a todos, y puestos al servicio del amor fraterno para remediar los males que aquejan a la humanidad.

La palabra del Señor es verdadera;sus obras demuestran su fidelidad.El Señor ama lo justo y lo recto;¡su amor llena toda la tierra!Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos,por el soplo de su boca,todos los astros.
[Salmo 33,4 - 6]

Que Dios te bendiga.

ERICSON ALEXANDER - EN VIVO DESDE MEXICO



















ERICSON ALEXANDER - EN VIVO DESDE MEXICO

TITULOS

CD 1:

1.- El Vive Hoy
2.- Melodía Angelical
3.- Avívanos
4.- Siempre Te Alabaré Hosana al Rey
5.- Maestro Tócame
6.- Vuelvo a Ti
7.- Mi Cristo Vive
8.- Estoy Enamorado
9.- Soy Sano

CD 2:

1.- A Dios Sea La Gloria
2.- Santo
3.- Eres Mi Padre
4.- Mi Pasíon
5.- Dios Manda Lluvia
6.- Alegría
7.- Yo Te Amaré
8.- Rendir Mi Vida

DESCARGA

ERICSON ALEXANDER

LA IRA DE DIOS

LA IRA DE DIOS

La ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad (Romanos 1:18).

El nuevo testamento afirma repetidamente que el amor de Dios dio lugar a la expiación, que trajo como consecuencia la muerte de Cristo. Pero, ¿Por qué tenía Cristo que morir para logara la expiación? Ciertamente, un Dios sabio y supremo debía tener otros recursos a su disposición que no contemplaran necesariamente la muerte de Cristo.

El apóstol Pablo nos enseña que Dios está airado contra el pecado. Aunque el amor que tiene por el hombre lo lleva a salvarlo, de ninguna manera puede pasar por alto la transgresión, porque Dios también es justo. La ira del Señor es la reacción de su santidad ante el pecado. Él es juez de toda la tierra, y como tal, debe ser justo. La justicia divina no puede ser burlada (Gal. 6:7). El pecador debe recibir el pago de su pecado.

Pero aquí encontramos la sutil unión entre el amor de Dios y su justicia. Su justicia demanda la muerte del pecador; pero su amor encuentra una manera legal de salvarlo. La necesidad de la muerte de Cristo está inspirada en el amor de Dios, requerida por su justicia.

Dios eligió a Cristo para que muriera en lugar del pecador. Sobre Cristo recayó el peso de la justicia divina. Al hacerlo, Dios cumple su justicia y, al mismo tiempo, se revela como un Dios de amor.

Eso no significa que la muerte de Cristo convierta la ira de Dios en amor. No es que Dios el Padre es un ser vengativo, iracundo, y Cristo un ser bueno, perdonador. De ninguna manera. El amor de Jesús es el amor de Dios, y viceversa. LA idea de que la muerte de Cristo aplacó la ira de Dios, como si esta fuera un sentimiento, es una perversión del evangelio. Su ira, que no es un sentimiento, se descargó sobre Cristo, que murió bajo la ira de Dios. La ira de Dios es aversión por el pecado. Pero ese mismo Dios que odia el pecado, ama al pecador. Por eso proveyó a su amado Hijo. Creo que deberíamos exclamar, ¡gracias a Dios por su don inefable!

Que Dios te bendiga.

SE ENTREGOPOR AMOR A MI

SE ENTREGO POR AMOR A MI

He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí (Gálatas 2:20).

Es innegable que el amor de Dios es una de las razones por la que Jesucristo se entregó a la muerte. Como Dios es maro, él busco la manera de redimir al ser humano de las consecuencias del pecado. El evangelio expresa el amor de Dios en la redención del hombre.

Sin embargo, cuando circunscribimos y reducimos las causas del plan de salvación al amor de Dios, no hacemos justicia con el evangelio. Hay algunas personas que piensan que la única razón por la que Jesús vino a morir por nuestros pecados fue para demostrar su amor en la cruz. Esta opinión sobre la expiación se conoce como la teoría de la influencia moral. Según ella, Cristo vino a demostrar el amor de Dios al los seres humanos a fin de que, motivados por ese amor, pudiéramos arrepentirnos y volver a él.

Pero, de acuerdo al evangelio, Cristo también vino a morar por otras razones. En el Nuevo Testamento tenemos una serie de metáforas que presentan un cuadro más extenso de las razones por las que Cristo vino a morir. De ellas nos ocuparemos de aquí en adelante.

Mientras lo hacemos, no debemos olvidar que el amor es el fundamento del plan de salvación. El pasaje bíblico más conocido por los cristianos nos lo recuerda: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).

Es evidente que un Dios infinitamente sabio y todopoderoso debió haber tenido muchas opciones para solucionar el problema del pecado. La de morir por el pecador se inspiró en el gran amor que tiene por sus criaturas. Reflexionemos hoy en la vastedad de ese amor.

Que Dios te bendiga.

¿QUE ES VIVIR?

¿QUE ES VIVIR?

Aun cuando el ser humano desde su nacimiento se debe enfrentar a situaciones difíciles, en general cada uno ama la vida y busca mejorar sus condiciones. De hecho, cada uno se comporta como si se encaminara hacia un objetivo, buscando una satisfacción, un completo desenvolvimiento que le es propio.

Los motivos que originan esas actividades son muy diversos. Para unos es la lucha necesaria por sobrevivir; otros, con condiciones de vida más fáciles, serán fascinados por las riquezas, el poder, la erudición o la celebridad. Muchos tienen como ideal el bien de los hombres, la paz entre los pueblos, la curación del alma o del cuerpo… Está claro que uno es feliz cuando está convencido de que su actividad trae un poco de alivio al sufrimiento humano.

Sentir un real placer en realizar lo que es bueno y hermoso, buscar imitar a Jesucristo aún no es la prueba de que conocemos la verdadera vida, cuya fuente se halla en Dios. Todo ser humano necesita beber en ella para recibir la vida que sólo Dios puede dar. Sí, vivir supera realmente el horizonte terrenal, por más vasto que sea. Es estar en relación con aquel que se llama el “Viviente” y que da a quien cree en Él una nueva vida: la vida misma de Jesús, recibida por la fe.

¿ESTOY AQUI PARA QUE?

¿ESTOY AQUI PARA QUE?

“Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida?. Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece” (Santiago 4:14).

Una señora ya bien de edad nos relata: “Recién, el pastor vino para una breve visita. Él me dijo que, a mí edad, debía pensar en la vida futura. Yo le dije: “OH, hago eso todo el tiempo. No importa donde esté, en la sala, en el piso superior, en la cocina o en el mismo sótano, yo siempre me pregunto: ¿Estoy aquí para que?”

Nuestra historieta bien humorada nos invita a reflexionar sobre el asunto: ¿Qué estamos pensando a respeto del porvenir? ¿Qué estamos buscando, verdaderamente, para nuestro futuro? Quizá nuestro mayor sueño sea tener un coche de lujo, quizá poseer una bella casa en un barrio noble, quizá una hacienda para vivir en contacto con la naturaleza o muchas otras cosas. Sería óptimo si cada uno conseguiese alcanzar sus objetivos y conquistar sus mayores sueños.
Pero, la pregunta continúa: ¿Y después?

¿Lo qué estamos haciendo en este mundo? ¿Estamos aquí para que? ¿Cómo alcanzaremos la felicidad qué anhelamos? ¿Cuanto tiempo podrá ella durar?

El Señor nos dejó una promesa: “Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” Y esta vida abundante no tiene límites. No acaba cuando la muerte nos alcanza. Ella permanece para siempre, por todo la eternidad.

Y para que eso sea real, nuestra respuesta a la pregunta de nuestro título debe ser: “Estoy aquí como representante del Señor. Quiero caminar delante de él. Quiero hacer su voluntad. Estoy aquí para ser luz para este mundo, sal para todo el tierra, para engrandecer el nombre del Señor y hacer diferencia en los lugares por donde vaya.

Estoy aquí para ser una bendición en las manos de mi Dios.

Que Dios te bendiga.

Isaías 43:1

Isaías 43:1