Hace mucho tiempo un hombre sabio, llegó a la vieja ciudad de Akbar.
Al verlo las personas lo ignoraron a el y a sus enseñanzas
y absolutamente nadie se intereso en prestarle atención
Incluso después de algún tiempo llegó a ser motivo de risas
y burlas de los habitantes de la ciudad.
Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar,
un grupo de hombres y mujeres empezó a insultarlo con palabras muy feas
En vez de fingir que los ignoraba,
el sabio se acercó a ellos y los bendijo.
Uno de los hombres le respondió :
como es posible que además, sea usted sordo ?.
Gritamos cosas horribles y usted nos responde con bellas palabras
el sabio lo miro a los ojos y le respondió :
Cada uno de nosotros solo puede ofrecer lo que tiene.
Mateo 12. 34 :
“Porque de la abundancia del corazón habla la boca”
Dios los bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario