LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEA CON TODOS VOSOTROS.

AMEN.


BENDICIONES!!!

lunes, 6 de septiembre de 2010

LOS REGALOS DE LOS SABIOS

Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.

Mateo 2: 11

Los sabios del oriente hicieron un largo recorrido guiados por una estrella. Algunos han pensado que se trató de un cometa, una supernova, un fenómeno climático, una conjunción de planetas, etcétera. La verdad es que nada de esto podría haber guiado a los sabios a un lugar geográfico determinado, como lo hizo la estrella del relato. Sin embargo, para ellos era una estrella, algo nuevo que apareció en el espacio y los obligó a consultar sus tradiciones para determinar su significado.
Elena G. de White nos dice que esta estrella estaba constituida por ángeles que se agruparon de tal forma que a la distancia relucían como una estrella que guiaba a los sabios (El Deseado de todas las gentes, p. 42). ¿Por qué Dios usó el aspecto de una estrella? Obviamente, Dios se comunica con las personas en el marco donde se encuentran. Como ellos eran estudiosos de las estrellas, y como se hablaba metafóricamente del Mesías como una estrella, Dios usó esta imagen para guiar a estos extranjeros que tenían una mente abierta a la dirección divina.
Pero estos hombres no vinieron en busca de notoriedad o para darse a conocer como celebridades. Dice el texto que vinieron a adorar al rey que había nacido. También nos dice que trajeron regalos costosos, dignos de un rey. Es increíble que paganos que no tenían el conocimiento de los judíos acerca de Dios, hicieran esa larga travesía para honrar al rey recién nacido, como ellos lo consideraban. Sus regalos, convertidos en dinero, sirvieron para que José y María se fuesen a refugiar a Egipto, a fin de proteger al niño de la amenaza criminal de Herodes.
¿Por qué era evidente que los padres del niño eran muy pobres? Notemos lo que dieron cuando su hijo fue dedicado en el templo: solo dos palominos, la ofrenda del pobre. ¿Cómo podrían huir a un país extranjero sin recursos? El Señor se los proveyó mediante los Sabios del Oriente. Así es como Dios satisface las necesidades de sus hijos en tiempos de crisis. Solo necesitamos confiar en él. ¿Lo harás hoy?

Dios es amor

El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor 1 Juan 4: 8

DIOS es amor y su voluntad es guiar a todas las personas al conocimiento eterno. Fue por eso que guió a los sabios del Oriente al conocimiento del Mesías a través de las estrellas.
Sin embargo, hay quienes piensan que Dios es un policía que está siempre vigilándolos para ver qué falta cometen. Cuando nos sobreviene una calamidad, exclamamos: «Señor, ¿por qué me hiciste esto?» Por eso es necesario que reflexionemos en cómo es Dios realmente.
Dios nos habla de su carácter a través de sus obras. El salmista exclamaba: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos» (Sal. 19: 1). Nuestro Señor enseñó: «Para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos» (Mat. 5: 45). Dios es un ser bueno que no discrimina al repartir sus dones naturales.
La creación de Dios revela su carácter maravilloso. Se nos dice: «”Dios es amor”, está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba. Los hermosos pájaros que llenan el aire de melodías con sus preciosos cantos, las flores exquisitamente matizadas que en su perfección perfuman el aire, los elevados árboles del bosque con su rico follaje de viviente verdor, todos dan testimonio del tierno y paternal cuidado de nuestro Dios y de su deseo de hacer felices a sus hijos» (El camino a Cristo, p. 8).
A pesar de eso, y a causa del pecado, la naturaleza tiene mensajes contradictorios. Hay terremotos que destruyen; huracanes y tornados que devastan ciudades y casas; volcanes que cuando estallan siembran destrucción y ruina a millares; sequías abrasadoras que asolan la tierra, dejan con hambre a millones. Hay espinas en las rosas, y se ve la degeneración por todas partes. La naturaleza tiende también hacia el desorden y el caos. El libro de la naturaleza no siempre revela a un Dios amante y bueno. Pero, por otra parte, el que quiere ver a Dios, también lo puede encontrar en las maravillas del mundo natural. Alcemos nuestra vista hoy y contemplemos las maravillas de un Dios de amor.

Que Dios te bendiga.

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Isaías 43:1

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