LA GRACIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEA CON TODOS VOSOTROS.

AMEN.


BENDICIONES!!!

jueves, 30 de junio de 2011




































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DIOS ESTARÁ HABLANDO A TU MATRIMONIO.


INVITADO DE HONOR:  EL ESPIRITU SANTO

sábado, 18 de junio de 2011

LA FORTALEZA DE UN HOMBRE

La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros..
Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza de un hombre no está en lo profundo del tono de su voz…
Está en la gentileza que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tiene…
Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijo.

La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo…
Está en como es respetado en casa.

La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho…
Está en su corazón.

La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear…
Está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar…
Está en las cargas que pueda llevar a cuestas

LAS 99 MONEDAS DE ORO

Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones de juglares. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud para con la vida era siempre serena y alegre.

Un día el rey lo mandó a llamar.

-Paje- le dijo- ¿cuál es el secreto?

-¿Qué secreto, Majestad?

-¿Cuál es el secreto de tu alegría?

- No hay ningún secreto, Alteza.

- No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.

- No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.

-¿Por qué estás siempre alegre y feliz? ¿Eh? ¿Por qué?

- Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿cómo no he de estar feliz?

- Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey. Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.

- Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero no hay nada que yo este ocultando… -¡Vete, vete antes de que llame al verdugo!

El sirviente sonrió, hizo una reverencia y salió de la habitación. El rey estaba como loco. No consiguió explicarse como el paje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.

-¿Por qué él es feliz?

- Ah, Majestad, lo que sucede es que el está fuera del círculo.

-¿Fuera del círculo?

- Así es.

-¿Y eso es lo que lo hace feliz?

- No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.

-A ver si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz.

- Así es.

-¿Y cómo salió?

-¡Nunca entró!

-¿Qué círculo es ese?

- El círculo del 99.

- Verdaderamente, no te entiendo nada.

- La única manera para que entendieras, sería mostrártelo en los hechos.

-¿Cómo?

- Haciendo entrar a tu paje en el círculo.

- Eso, obliguémoslo a entrar.

- No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.

- Entonces habrá que engañarlo.

- No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, el entrará solito, solito.

-¿Pero el no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?

- Sí se dará cuenta.

- Entonces no entrará.

- No lo podrá evitar.

-¿Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese ridículo círculo, y de todos modos entrará en el y no podrá salir?

- Tal cual. Majestad, ¿estás dispuesto a perder un excelente sirviente para poder entender la estructura del círculo?

- Sí

- Bien, esta noche le pasaré a buscar. Debe tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!

-¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?

- Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.

- Hasta la noche.

Así fue. Esa noche, el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía:
“Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes a nadie como lo encontraste.”

Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeo y volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde atrás de unas plantas lo que sucedía.

El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el pecho, miró hacia todos lados de la puerta, y se arrimaron a la ventana para ver la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado solo la vela. Se había sentado y había vaciado el contenido en la mesa. Sus ojos no podían creer lo que veían.

¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacia brillar la luz de a vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas.

Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis…y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60…. hasta que formó la última pila: 9 monedas !!! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. “No puede ser”, pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.

¡Me robaron -gritó- me robaron, malditos!! Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 monedas de oro “sólo 99″. “99 monedas, es mucho dinero”, pensó. Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un número completo -pensaba- cien es un número completo pero noventa y nueve, no.

El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible gesto, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien? Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta.

Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo.

Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. “Doce años es mucho tiempo”, pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en palacio a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir alguna paga extra por ello. Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo!!!
Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender… Vender… Vender… Estaba haciendo calor.

¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien.

El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99…

Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.

-¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.

- Nada me pasa, nada me pasa.

- Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.

- Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?

No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente por no mandarlo a decapitar . No era agradable tener un paje que estuviera siempre de tan mal humor.


Las personas se pasan toda su vida buscando la felicidad absoluta , una felicidad de cuentos de hadas muy parecida a la que Disney creo en la mente de muchos.

Pero la realidad es que la felicidad se compone de momentos , momentos que muchas veces se pierden por creer que la felicidad te la puede dar el dinero , lo material u otro ser humano.

aunque a veces pasamos por cosas terribles y creemos que la felicidad no existe ,debemos entender que así como la felicidad se compone de momentos , las cosas malas que nos pasan también solo duraran momentos ,momentos que pasaran con el trascurrir del tiempo y que depende de nosotros si dejamos que esos malos momentos , nos roben los buenos momentos de felicidad que en esta vida podamos encontrar.

Dios los bendiga

PELICULA - JEREMIAS

miércoles, 15 de junio de 2011

CONFERENCIA DE MARCO BARRIENTOS PARA MATRIMONIOS


MARCOS BARRIENTOS -EN CRUCERO from RENTE5 on Vimeo.

MARCOS RICHARDS RENOVANDO VOTOS


Marcos Richards _ MATRIMONIOS from RENTE5 on Vimeo.

LAS CLAVES PARA UN MATRIMONIO SALUDABLE CON JOSE DASILVA


Principios para el Exito - Matrimonio 1 from Familia CFC on Vimeo.

PARTE 1




Principios para el Exito - Matrimonio 2 from Familia CFC on Vimeo.

PARTE 2

FERNANDO FUENTES AFINANDO NUESTRO MATRIMONIO


FERNANDO FUENTES" AFINANDO NUESTRO MATRIMONIO" EN SEMINARIO PARA MATRIMONIOS from RENTE5 on Vimeo.

CONFERENCIA DE CASH LUNA PARA MATRIMNIOS


PASTOR CASH LUNA- CRUCERO PARA MATRIMONIOS from RENTE5 on Vimeo.

DOCE ENEMIGOS DEL MATRIMONIO

Mi consejo a las parejas jóvenes es simplemente éste: No permitan que la posibilidad del divorcio entre en sus pensamientos. Incluso en momentos de gran conflicto y desaliento, el divorcio no es la solución. Sólo sustituye una nueva serie de sufrimientos por los que quedan atrás.

Guarden su relación de la erosión como si estuvieran defendiendo sus propias vidas. Sí, ustedes pueden lograrlo juntos. No sólo pueden sobrevivir, sino que pueden mantener su amor vivo si le dan prioridad en su sistema de valores.
Cualquiera de los siguientes males pueden destruir su relación si les dan lugar en sus vidas:

1. El exceso de trabajo o compromisos y el agotamiento físico
Cuidado con este peligro. Es especialmente insidioso en las parejas jóvenes que están tratando de comenzar en una profesión o todavía están estudiando. No traten de estudiar, de trabajar a tiempo completo, de tener un bebé, de manejar a un niño pequeño, de hacer reparaciones en la casa, y de comenzar un negocio, todo al mismo tiempo. Suena ridículo, pero muchas parejas jóvenes hacen exactamente eso y luego se sorprenden cuando su matrimonio se viene abajo. ¿Por qué no habría de ser así? ¡El único momento en que se ven es cuando están agotados! Es especialmente peligroso cuando el esposo es el que tiene demasiados compromisos o trabajo, y la esposa está todo el día en casa con un hijo en edad preescolar. La profunda soledad de ella da lugar al descontento y a la depresión, y todos sabemos a dónde lleva eso. Deben reservar tiempo el uno para el otro si quieren mantener su amor vivo.

2. Las deudas muy grandes y el conflicto en cuanto a cómo se gastará el dinero

Paguen en efectivo por los artículos de consumo, o no los compren. No gasten más de lo que pueden por una casa o por un automóvil, dejando muy pocos recursos para salir juntos, para viajes cortos, para personas que cuiden a los niños, etc. Distribuya sus fondos con la sabiduría de Salomón.

3. El egoísmo

Existen dos tipos de personas en el mundo, los que dan y los que toman. Un matrimonio entre dos personas que dan puede ser algo bello. Sin embargo, la fricción está a la orden del día entre una persona que da y otra que toma. Pero dos personas que toman pueden darse zarpazos la una a la otra hasta hacerse trizas dentro de un período de seis semanas. En resumen, el egoísmo siempre devastará un matrimonio.

4. La interferencia de los suegros

Si el esposo o la esposa no se ha emancipado totalmente de los padres, lo mejor es no vivir cerca de ellos. La autonomía es algo difícil de conceder para algunas madres (y padres), y el estar muy cerca será causa de problemas.

5. Las expectativas poco realistas

Algunas parejas llegan al matrimonio esperando cabañas cubiertas de rosas, una vida sin preocupaciones ni responsabilidades y un gozo ininterrumpido. La consejera Jean Lush cree, y yo estoy de acuerdo con ella, que esta ilusión romántica es particularmente característica de las mujeres norteamericanas que esperan más de sus esposos de lo que ellos son capaces de dar. La decepción consiguiente es una trampa emocional. Pongan sus expectativas en línea con la realidad.

6. Los invasores del espacio

No me refiero a extraterrestres de Marte. Más bien, mi preocupación es por las personas que violan el espacio para funcionar que su cónyuge necesita, sofocándolo rápidamente y destruyendo la atracción entre ellos. Los celos son una manera en que este fenómeno se manifiesta. Otra es la baja autoestima, la cual lleva a que el cónyuge inseguro se inmiscuya en el territorio del otro. El amor debe ser libre y confiado.

7. El abuso del alcohol y de otras sustancias químicas

Éstos son asesinos, no sólo de los matrimonios, sino también de las personas. Evítenlos como a la plaga.

8. La pornografía, los juegos de azar y otras adicciones

Debe ser obvio para todos que la personalidad humana tiene imperfecciones. Tiene la tendencia a quedar atrapada en comportamientos destructivos, especialmente cuando se es joven. Durante una etapa inicial, las personas creen que pueden jugar con tentaciones tales como la pornografía o los juegos de azar sin salir dañadas. De hecho, muchos se alejan casi sin haber sido afectados. Sin embargo, para algunos existe una debilidad y una vulnerabilidad que se desconoce hasta que es demasiado tarde. Entonces se vuelven adictos a algo que rasga la fibra de la familia.
Tal vez esta advertencia les parezca tonta e incluso mojigata a mis lectores, pero he hecho un estudio de veinticinco años de duración sobre personas que arruinaron sus vidas. Sus problemas a menudo comienzan con la experimentación con un mal conocido y finalmente terminan en la muerte física o la muerte del matrimonio. Las restricciones y los mandamientos de las Escrituras se han diseñado para protegernos del mal, aunque es algo difícil de creer cuando somos jóvenes. “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Si mantenemos nuestras vidas limpias y no nos permitimos jugar con el mal, las adicciones que han hecho estragos en la humanidad nunca nos podrán tocar.

9. La frustración sexual, la soledad, la baja autoestima y la quimera de la infidelidad

¡Una combinación mortal!

10. El fracaso en los negocios

En especial, el fracaso en los negocios afecta adversamente a los hombres. Su inquietud por los reveses financieros algunas veces se muestra en ira dentro de la familia.

11. El éxito en los negocios

Es casi tan peligroso tener mucho éxito en los negocios, como lo es fracasar rotundamente en ellos. El autor de Proverbios dijo: “No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario” (30:8).

12. Casarse demasiado jóvenes

Las chicas que se casan entre los catorce y los diecisiete años de edad tienen el doble de probabilidades de divorciarse que las que se casan a los dieciocho y diecinueve años. Las que se casan entre los dieciocho y los diecinueve años tienen una vez y media más de probabilidades de divorciarse que las que se casan entre los veinte y los treinta años.
Las presiones de la adolescencia y las tensiones de los primeros años de vida matrimonial no hacen un buen dúo. Terminen lo primero antes de emprender lo segundo.

Éstos son los asesinos del matrimonio que he visto más a menudo. Pero, en verdad, la lista es prácticamente interminable. Todo lo que se necesita para que crezcan las malas hierbas más fuertes es una pequeña grieta en la vereda. Si van a vencer la ley de las probabilidades en relación al divorcio y mantener una unión matrimonial estrecha a largo plazo, deben emprender la tarea con seriedad. El orden natural de las cosas los alejará el uno del otro, no los unirá.

¿Cómo vencerán la ley de las probabilidades? ¿Cómo formarán una relación sólida que dure hasta que la muerte los haga emprender el último viaje? ¿Cómo se incluirán ustedes entre el número cada vez más reducido de parejas de mayor edad que han cosechado toda una vida de recuerdos y experiencias felices? Aun después de cincuenta o sesenta años de casados, todavía se buscan mutuamente para darse aliento y comprensión. Sus hijos han crecido dentro de un ambiente estable y amoroso, y no tienen cicatrices emocionales o recuerdos amargos que borrar. A sus nietos no se les tiene que explicar con delicadeza por qué “los abuelos ya no viven juntos”. Sólo el amor prevalece.

Así es como Dios quería que fuera, y todavía sigue siendo algo posible que ustedes pueden alcanzar. Pero no hay tiempo que perder. Refuercen las riberas del río. Defiendan el fuerte. Traigan las dragas y hagan más profundo el lecho del río. Mantengan las poderosas corrientes en sus propios cauces. Sólo esa medida de determinación mantendrá el amor con el que comenzaron, y hay muy poco en la vida que compita con esa prioridad.

El Dr. James Dobson es fundador y presidente de Enfoque a la Familia.

¿ POR QUE PELEAMOS SI NOS AMAMOS ?

El matrimonio viene a ser un complemento para la persona. No obstante, el mismo pasa por diversas etapas y retos, es especial porque no todo es dulzura y esplendor; frecuentemente es la revelación de la otra cara de la naturaleza de su cónyuge. Lo que puede haber permanecido oculto en la personalidad, va a brotar ahora a la luz, y eso puede poner a prueba el compromiso de amor. Es en este momento donde surgen los conflictos a raíz de las diferencias existentes entre los miembros de la pareja.

Por lo tanto, es muy importante aprender a confrontar los conflictos en el matrimonio. La confrontación es el medio más directo y sano de resolver diferencias. Confrontar significa prontitud, interés y reconciliación. Se debe tener muy presente que el secreto de una buena confrontación no es ganar la batalla, sino ganar a la persona, por ello no deben haber componentes de hostilidad ni dolor, sino más bien debe ser un camino hacia el perdón. Considerar que siempre hay que ganar cada discusión, decir la última palabra, o salirse siempre con la suya, es una forma errónea de pensar y actuar, ya que con esta actitud se está minimizando el valor y el respeto que merece y posee la pareja.

Las discusiones y desacuerdos en el matrimonio son propios de una relación, y existirán mientras ésta perdure, ya que la pareja está compuesta por dos seres totalmente imperfectos, con formas de pensar, sentir y actuar diferentes. Estas diferencias se originan no sólo de la forma en que los hombres y mujeres perciben el mundo que les rodea, sino también a que cada uno proviene de familias con dinámicas de interacción muy distintas.

Discutir correctamente, puede ser un valor siempre y cuando no se excluya un diálogo respetuoso, inteligente y mutuamente enriquecedor; por consiguiente en una discusión no debe existir la humillación, la deshonra, los insultos, los golpes, la manipulación a través del sexo, las burlas, ni las amenazas.

Hay que recordar que discutir no significa pelear. Una discusión sabia busca el acuerdo a través de la exposición respetuosa de los puntos de vista, a veces disonantes, de la pareja. El discutir, no quiere decir que se tenga que dañar la percepción de cariño y afecto que existe entre los cónyuges.

Es muy importante señalar que marido y mujer pueden enfrentar sanamente los desacuerdos y las tensiones que surgen cuando las necesidades e impulsos de ambos no concuerdan. Para lograrlo se le recomienda a las parejas centrarse en el problema, no saltar de un tema a otro, porque se mezclan sensaciones pasadas. También se debe evitar adoptar una actitud de mártir, esta situación se da cuando uno de los cónyuges recuerda al otro los desvelos, detalles y renuncias, pretendiendo que le dé la razón a cambio de “lo mucho” que le debe.

Toda discusión debe quedar en buenos términos para ambos cónyuges, sin vencedor ni vencido, por lo tanto es muy importante no asumir una posición de ataque, la discusión siempre debe mantenerse en el terreno impersonal, no atacando al cónyuge con recriminaciones duras o haciendo referencia a la apariencia del otro o a los defectos reales o imaginarios que posee.

Finalmente, el paso más importante para poder sobrellevar una relación entre personas completamente diferentes, es aprender a perdonar. Perdonar no es inventar un sentimiento místico. Aún cuando se decide perdonar, el dolor de la afrenta puede tomar tiempo para ser sanado; porque perdón no es sinónimo de amnesia, pero sí permite alejar los recuerdos negativos, del presente.

¿ COMO RESOLVER CONFLICTOS EN LOS MATRIMONIOS ?

Una nueva experiencia, una nueva etapa en la vida se inicia cuando decidimos unirnos a un ser querido para compartir de nuestra total existencia en sueños, añoranzas y anhelos de felicidad con ese otro ser que amamos. Este es el instante en que aflora la ilusión y se abre el camino en el que todo parece “color de rosa”. Sin embargo, hay que tener presente que son dos personas distintas que deberán acoplarse y adaptarse mutuamente, para vivir en verdad el amor jurado como “eterno e incondicional”.

Sabemos que esto no es nada fácil y que lo que han de aportar cada uno en la pareja será indispensable para el logro de sus objetivos. Hay que tener presente, que como ocurre en la mayoría de los matrimonios, no estamos exentos de conflictos, pero que frente a esta realidad, debemos resolver los problemas de una manera adecuada. Llegar a ser personas que reconozcamos las diferencias de la mejor manera, cuidando la integridad del otro/a y aceptando la existencia de factores que no se pueden cambiar.

Actuar con tolerancia, debe ser una de las primeras leyes a cumplir a la hora de resolver los problemas. Se debe tener claridad que lo que marca la diferencia en una relación, no es lo que se espera de la pareja, si no lo que uno/a mismo/a puede aportar. Sin duda alguna, este será el modo de lograr el crecimiento de ambos, lo que se reflejará en una mejor calidad de vida.

Al hablar de cómo solucionar conflictos, es importante mencionar que la comunicación es la base fundamental. No sólo vista como una adecuada disposición de hablar, escuchar, sino como el ejercicio permanente de compartir inquietudes, vivencias, objetivos, proyectos y en general el día a día.

Un matrimonio que anhela seguir amándose para toda la vida, que a pesar de los malos tiempos deciden estar juntos, deben partir por tener un corazón respetuoso desde donde broten palabras positivas, abundantes y amorosas.

Para esto les brindamos una lista de sugerencias acerca de cómo resolver conflictos sin herir a la persona amada:

1. Identificar y focalizar el problema

Identificar y focalizar el problema requiere de un gran ejercicio: el diálogo. Expresar lo que se siente de forma permanente va a permitir entrar en un proceso de madurez en el cual la pareja pueda detectar cual es el problema. Lo contrario a este ejercicio es la acumulación de situaciones difíciles que no permiten saber con claridad que es lo que está pasando. En ocasiones, es posible encontrarse luchando contra aspectos que se creen es el problema, pero que no son más que los síntomas.

2. Buscar el lugar adecuado y el momento oportuno

Dejemos que el primer estallido del enojo pase. Es probable que si se habla en ese momento, se digan cosas de las cuales luego haya que arrepentirse. El momento oportuno es aquel cuando lo peor del conflicto pasó. Será necesario encontrarse a solas, de preferencia fuera de casa y en un lugar agradable para ambos.

3. Aprender a estar en desacuerdo sin pelear

Una buena comunicación, hará posible que se cumplan los objetivos de construir la relación. Un conflicto no significa necesariamente una pelea o estar en desacuerdo con la pareja. Muchas veces esto indica que existen dos seres pensantes y deseosos de compartir sus ideas. Aquí el elemento principal será siempre el respeto. Si no se practicó antes, debemos comenzar de manera respetuosa y amable a exponer las opiniones sin necesidad de humillar, ridiculizar o criticar.

4. No buscar culpables, sino soluciones

Se debe atacar el problema, no el uno/a al otro/a. Por lo general un ataque mutuo puede afectar más la relación y ser preámbulo para otra mayor. Tampoco busquemos la manera de herir a nuestra pareja. El problema es real y debemos buscar una solución sin herir los sentimientos del otro o la otra, más aún cuando ya no tenemos argumentos para defender nuestra posición. Las soluciones han de ser propuestas concretas de nuevas conductas para ambos. Procuremos proponer la nuestra en primer lugar.

5. No pretender tener la razón

Siempre hemos de incluirnos como parte del problema, ya que en una pareja ambos comparten permanentemente las responsabilidades. Esto permitirá que si nosotros/as ya tenemos la solución, la expongamos en el momento oportuno como una de las posibles salidas, recordando que no ha de ser la única.

6. Elegir una posible solución

Luego de un largo proceso de comunicación, en los cuales se debe atravesar varias etapas hasta lograr una madurez, hay que buscar las soluciones que sean saludables en términos físico-emocionales para todo el entorno familiar. Se debe intentar siempre rescatar los elementos positivos existentes. El aprender a solucionar las diferencias se inicia siempre con un sentimiento de humildad.
Enfoque a la familia.

CONFERENCIA PARA MATRIMONIOS CON JESUS ADRIAN Y PECOS ROMERO


JESUS ADRIAN Y PECOS ROMERO - CRUCERO PARA MATRIMONIOS from RENTE5 on Vimeo.

SANIDAD TRAS LA INFIDELIDAD CONYUGAL

LA HISTORIA DE GARY

Recorrer el pasillo de la casa aquella noche fue una de las cosas más difíciles que he hecho en toda mi vida. Yo sabía que esto podía ser el final de todo lo que me importaba: familia, amigos, trabajo, iglesia. Me senté en la cama al lado de mi esposa. Levantó la vista, y me dijo: "¿Cómo estuvo tu reunión?" No pude evitarlo —me puse a llorar— otra vez. Acababa de pasar las dos últimas horas en la oficina de nuestro pastor, confesando un secreto que había ocultado durante los últimos años.
"Me estás asustando", dijo Mona.

Me cubrió con sus brazos tratando de consolarme, pero finalmente susurré mi terrible confesión: "Te he traicionado; te he sido infiel".

Sabía que nuestras vidas acababan de cambiar, pero no tenía idea de lo que sucedería después. Sentí cómo mi esposa se ponía rígida y se alejaba de mí. Se encogió ante mis ojos, y pensé que se desmayaría. ¿Por qué nos pasó esto? Teníamos un buen matrimonio y tres hijos que amábamos profundamente. Pero el ajetreo de la vida nos alejó poco a poco. Fue así como la amistad con una compañera de trabajo se salió de control. Un toque inocente llevó tramposamente a otros más. Comenzó un romance extramarital, y un día se convirtió en una semana, después en un mes y posteriormente en tres años.

Lo único que yo sabía era que no podía seguir así. Tenía que arreglar mi situación con Dios y, de ser posible, con mi esposa. Por dentro me estaba muriendo. Dios mío, ¿qué he hecho? Sabía que había desgarrado el corazón de la mujer que amaba, que había estado conmigo durante 20 años.

LA HISTORIA DE MONA

Miré el rostro de Gary, y vi que algo trágico había sucedido. Mientras me confesaba su traición, sentí como si estuviera viendo desde lejos a unos desconocidos sentados en nuestra cama.
Lo que sí sabía yo era que la vida nunca sería igual. Yo jamás volvería a ser la misma. El miedo y el dolor me envolvieron. Me costaba respirar. Una tragedia había ocurrido —y me había sucedido a mí.

Le pregunté a Gary si él quería el divorcio. El quería ver si podíamos sanarnos, si yo estaba dispuesta a intentarlo. ¿Sanar? Ni siquiera estaba segura de si podría sobrevivir.

Había vivido completamente engañada. Gary había estado teniendo durante los últimos años un romance con mi mejor amiga, y yo nunca lo había sospechado. No tenía idea de que nuestro matrimonio fuera vulnerable. Gary no era bueno para mentir; siempre pensé que lo sabría si lo hacía. Mis amigos pensaban que él era maravilloso: lavaba los platos y la ropa; cambiaba los pañales. Éramos amigos; podíamos hablar de cualquier cosa. Por supuesto, habíamos tenido nuestros malos momentos en dos décadas de matrimonio, pero nada que no pudiéramos superar. ¿Acaso había sido tan mala esposa?

Sentí indicios de cólera. Tuve náuseas. Pasé el resto de esa noche llorando, sintiendo que el dolor penetraba cada centímetro de mi ser. Me sentí más sola que nunca.

A partir de esa noche, hubo un nuevo calendario en mi vida: antes, durante y después de su infidelidad. Mientras que la carga de Gary empezaba a aliviarse, la mía estaba comenzando a derrotarme bajo su peso aplastante.

UNA HISTORIA DE RESTAURACIÓN

GARY
Cuando nos casamos, sabíamos que nuestro matrimonio funcionaría. Éramos unos buenos amigos que se amaban y respetaban mutuamente.

Cinco años después, Mona se graduó de enfermera, yo inicié mi propia empresa, y tuvimos nuestro primer hijo. Unos años más tarde ambos nos hicimos cristianos Ahora teníamos un vínculo más que nos mantendría firmemente unidos.

Al cumplir 20 años de casados, ambos estábamos muy activos en el trabajo de la iglesia. Pero, aparte de nuestras apretadas agendas, teníamos que criar a tres varones, lo cual estaba resultando mucho más difícil de lo que habíamos imaginado, y rara vez teníamos tiempo o energías para nosotros. Nos repetíamos una y otra vez que "nuestro tiempo" vendría después, cuando en verdad tuviéramos tiempo. Pero lo cierto es que estábamos atrapados en una vida que nos estaba llevando por caminos separados.

Esas primeras semanas después de mi confesión fueron un tiempo borroso. Más tarde supimos que era normal, ya que la revelación de infidelidad es como una muerte repentina. Mona, que antes había sido un modelo de fortaleza, a duras penas podía salir a rastras de la cama. Apenas tenía la energía suficiente para cumplir con su turno en el hospital.

Pero, con excepción de mi sentimiento de culpa y del dolor de ver sufrir a mi esposa, yo estaba experimentando libertad por primera vez en mucho tiempo. De inmediato dejé de trabajar con aquella otra mujer, y corté todo contacto. Al no seguir viviendo una mentira, podía de nuevo pasar tiempo con Dios y disfrutar de su presencia. Hacía todo lo que podía para dejar que Mona pasara tiempo a solas para pensar y llorar. Pero mi mayor desafío era agotador: sabía que tenía que responder sus continuas preguntas lo más honestamente posible. A diferencia de mí, Mona no sabía nada de lo que había sucedido durante los últimos años. Necesitaba poder llenar los espacios en vacíos como un rompecabezas, y yo necesitaba unir pacientemente las piezas —una y otra vez, cada vez que hiciera falta, hasta que ella pudiera entender mejor su vida. Las palabras de cólera no eran raras, ya que la verdad no era agradable.

MONA

Pocos en la iglesia me habrían criticado si hubiera dejado a Gary (Mt 19.9), pero yo sabía que divorciarme no haría desaparecer el dolor; yo tendría que pasar por el proceso de llanto y sanidad, con o sin él.

Esa noche de la revelación hace 17 años fue terriblemente dolorosa, pero también marcó el comienzo de nuestra recuperación. No porque alguno de nosotros creyera que podíamos sanarnos, sino porque sentíamos que no teníamos nada más que perder. Lo único que sabíamos era que queríamos obedecer a Dios, no importa adonde nos llevara eso.

Así que empezamos a ver a un consejero cristiano que confiaba en que nuestro matrimonio podía sanarse. Aunque nos aterrorizaba pensar que tal vez no pudiera. Lo que realmente necesitábamos era hablar con otra pareja que hubiera sido devastada por el adulterio y logrado la restauración. Queríamos ver a personas reales que pudieran decirnos honestamente que el dolor de luchar con este profundo trauma emocional valía la pena. Pero nuestro consejero no podía encontrar a nadie que tuviera la experiencia o las cualidades que se necesitaban en estos casos. Por tanto, dábamos un paso a la vez en un camino cuesta arriba que ni siquiera sabíamos que existía.

Hablamos mucho sobre la infidelidad de mi esposo y sobre nuestro matrimonio, y pronto nos dimos cuenta de que, si bien estaban relacionados, se trataba de dos asuntos distintos. La infidelidad había sido una decisión unilateral de Gary, pero los dos éramos responsables de nuestro matrimonio, y necesitábamos comprender por qué había fallado. También teníamos que volver a aprender a ser sinceros y a escucharnos —caímos en cuenta de que nunca habíamos sido verdaderamente honestos el uno con el otro, y que teníamos cosas que no eran compatibles con un matrimonio saludable. Por supuesto, estas no eran excusas para el adulterio; Gary podía haber decidido hablar de estos problemas con honestidad en vez de buscar consuelo en otra parte. Pero ahora era nuestra oportunidad de abordar cosas de las que no nos habíamos ocupado por mucho tiempo.

Pero después de diez meses de haber comenzado nuestra restauración yo sentía que el proceso de "recuperación" me estaba matando poco a poco. En una sesión de emergencia, nuestro consejero nos ayudó a aclarar un problema ocasionado por una respuesta de Gary. Por alguna razón, escuchar esta voz imparcial más allá del caos emocional nos permitió ver el verdadero problema de manera clara y ocuparnos de él. Salimos de su consultorio con esperanzas renovadas; aunque la lucha no había terminado, yo sabía que podía seguir adelante con el poder de Dios.

GARY

Con el tiempo, y perseverando día tras día, comenzamos a ver los progresos que habíamos hecho. Sentimos por fin que la restauración era posible.

Nuestro consejero nos llamó dos años más tarde, y nos dijo: "¿Recuerdan que una vez me preguntaron si sabía de alguna pareja con la cual pudieran reunirse?" Siguió diciendo: "¿Están ustedes listos para ser esa pareja para otras personas?"

Eso nunca nos había pasado por la cabeza. Hacer esto significaría reconocer ante otros el dolor de nuestro pasado sufrimiento. ¿Se repetirían nuestros peores recuerdos y emociones? Al hablar y orar por la idea, recordamos lo necesitados que habíamos estado nosotros. Por tanto dijimos que sí.

Nuestro primer encuentro con una pareja determinó el rumbo de un ministerio con el que nunca habíamos soñado cuando iniciamos este camino. Después de que todos vimos el enorme impacto de este apoyo en la recuperación de ese matrimonio, fundamos Hope & Healing Ministries (Ministerio de Esperanza y Restauración) junto con ellos. Doce años después, seguimos viendo a Dios actuando de manera poderosa al aconsejar a parejas que enfrentan la misma situación que vivimos nosotros, que se preguntan si habrá esperanza para ellos.

La noche en que Gary hizo su confesión, ninguno de nosotros esperaba que hubiera una restauración. Dudábamos de que el dolor se marcharía. Pero ahora sabemos que el adulterio, por más destructivo que sea, no significa automáticamente una sentencia de muerte para un matrimonio. Encontrar el camino fue lo más difícil que hemos hecho, pero hoy tenemos un matrimonio fuerte y feliz basado en amor, respeto, intimidad y confianza. Y hemos visto una y otra vez que la restauración se ha vuelto una realidad en otras parejas antes desdichadas. La recuperación es un trabajo difícil que requiere de dos corazones dispuestos. El mismo Salvador que permite a los pecadores estar puros delante de un Dios santo, puede restaurar lo que está en ruinas, convirtiéndolo en algo hermoso y deleitable.

GUERRA AVISADA NO MATA GENTE

Por David Hormachea

Pablo realiza una impresionante profecía con respecto a la vida matrimonial. Dice que los casados «tendrán aflicción de la carne» (1 Co. 7:28). Si la advertencia de la Palabra de Dios es que existirán conflictos en el matrimonio es una guerra avisada para la cual debemos prepararnos. Lamentablemente muchos no lo hacen.

La relación con Dios es la más importante de los seres humanos. De ella no sólo depende nuestra salvación, sino los valores y principios que rigen toda nuestra vida. Por ello la decisión más importante que podemos realizar es determinar seguir a Dios y ser fieles a sus enseñanzas. No existe mejor preparación para la vida que obedecer al Creador de la vida.
La segunda decisión mas importante es con quién me casaré. Es que casarse no es un juego, aunque muchos lo inician como si fuera. Escalar una montaña sin estar preparado es un acto arriesgado, pero nada más peligroso que casarse sin la preparación necesaria. Sino me cree, ocupe mi posición de consejero por unos cuantos meses y escuchará las más terribles historias por la falta de preparación.

Casarse sin conocer las implicaciones de tan importante decisión es un acto de gran irresponsabilidad, aunque la gran mayoría lo haga. No conozco que exista dolor mas grande que ser parte toda la vida de una familia disfuncional, ni alegría más inmensa que tener una familia saludable.
Quiero por uno momento dirigirme a todas las personas que están directamente involucradas en el proceso de preparación prematrimonial. Los jóvenes que en algún momento se casarán. Ellos son responsables de su auto preparación. Los padres que somos responsables de su formación integral y los líderes de las congregaciones pues somos responsables de la preparación prematrimonial formal.

Estos consejos vienen de alguien que llegó al matrimonio sin instrucción sabia y que vivió experiencias dolorosas innecesarias. Todo ocurrió porquenunca leyó un articulo como este y nadie se preocupó de que su transición a la vida conyugal no sea solamente una ceremonia religiosa con votos y un corto mensaje, un momento de fiesta y alegría y unos cuantos tarros colgados del automóvil que le conducía a la luna de miel.

Quisiera destruir por lo menos dos suposiciones erróneas.
* Muchos padres suponen que debido a que sus hijos son respetuosos y viven responsablemente están preparados para vivir en el matrimonio saludablemente.

* Muchos padres suponen que porque sus hijos son cristianos, inclusive líderes de la iglesia o miembros que reciben alguna enseñanza escritural, están preparados para los grandes desafíos de la vida matrimonial.

Tanto quienes sueñan con casarse, como quienes soñamos con el matrimonios saludable de nuestros hijos y también, quienes han recibido de Dios la comisión de preparar a los cristianos para la vida debemos hacer un serio compromiso con Dios de cumplir nuestra labor con excelencia. Podemos hacerlo siguiendo estas instrucciones.

Los jóvenes deben comenzar su preparación para la vida matrimonial saludable obedeciendo desde la adolescencia las enseñanzas bíblicas indispensables.

Los jóvenes que evitan los pecados sexuales en la adolescencia, los que deciden llegar vírgenes al matrimonio no sólo evitan los traumas y consecuencias del pecado, sino muchos problemas en su vida de casado. Todo individuo es responsable de su propia preparación. La preparación personal para el matrimonio comienza en la adolescencia. Allí cuando el adolescente lucha por su independencia y quiere vivir con los derechos de un adulto también debe aprender a vivir con las responsabilidades que implica. Lejos de sus padres, en la casa de una amiga, en un viaje de estudios con sus compañeros, en la escuela o en el asiento de atrás de un automóvil, nadie sino los jóvenes son responsables de sus actos. Nadie, a menos que esté acompañado de un criminal puede obligarle a hacer loque no quiere.

Los jóvenes y señoritas, aun en la etapa de la adolescencia tienen a su disposición muchas formas de prepararse. Para ello deben observar determinadas reglas de conducta como las siguientes:

Determine lo antes posible tener la pureza imprescindible.
Sólo la señorita o el joven pueden evitar que alguien juegue con sus sentimientos. La relación interpersonal entre dos adolescentes puede mantenerse pura sólo si ellos lo exigen e impiden que se corrompa. El joven al jugar con las emociones de las chicas y la chica al permitir que la manoseen están preparándose para el fracaso. Quienes se prodigan toques y caricias apasionadas no sólo se motivarán a tener relaciones sexuales por Dios condenadas, sino que aun sin llegar a tenerlas están dañando sus emociones. Quien juega con su cuerpo haciendo cosas que no pertenecen a su edad y estado civil no sólo va en contra del plan de Dios y estará sujeto a disciplina, sino que juega con el peligro de enfermedades venéreas o emocionales que perjudicarán su vida matrimonial.

Pero no sólo los adolescentes corren peligro de entrar prematuramente en las relaciones sexuales, sino también los jóvenes adultos que están más cerca del matrimonio sufren grandes tentaciones. Por ello deben seguir las mismas reglas que los adolescentes y observar la siguiente con mucha sabiduría: El noviazgo no es un tiempo de diversión sino una etapa importante de preparación. Por supuesto que debe existir diversión y compañerismo, pero la meta más importante es la evaluación y el conocimiento de la persona con quien planifica compartir su vida.

Ninguna pareja está libre del peligro de una relación matrimonial enferma.
Nuestro más serio problema es la inevitable naturaleza pecaminosa que a pesar de nuestras buenas intenciones, siempre nos mete en serias tentaciones. Pero los riesgos se reducen cada vez más cuando la pareja se prepara mucho mejor y tienen un compromiso de mantener la pureza.

Prepárese parael matrimonio evaluándose personalmente.
Nadie puede evaluarlo mejor que usted mismo. Hágase las preguntas más difíciles. ¿Por que quiero casarme? ¿Estoy huyendo de alguna situación o lo he decidido con una seria planificación? ¿Por qué he elegido esta persona? ¿Cumple ella o el los requisitos bíblicos para un matrimonio cristiano saludable? ¿Estoy preparado física, emocional y espiritualmente para establecer un compromiso para toda la vida? ¿Estoy buscando la persona apropiada o he determinado ser la persona adecuada?

Prepárese para el matrimonio conociéndose mutua e integralmente.
Mientras más superficial es el conocimiento que tenemos de los gustos, metas, deseos, formación, carácter de la persona elegida, mas frágil y superficial será nuestra relación matrimonial. Nos conocemos integralmente cuando no sólo nos fijamos en el físico de la persona sino cuando compartimos nuestra vida espiritual y emocional. En el área espiritual los novios deben conocerse profundamente. ¿Tienen la misma fe? ¿Aman a Dios y están dispuestos a que El y no uno de ustedes sea el Señor de su matrimonio? ¿Están dispuestos a que los principios bíblicos y no la formación cultural o familiar sea su única regla de fe y conducta matrimonial?

Emocionalmente pueden conocerse al compartir sus temores, virtudes y defectos. Pueden compartir las experiencias traumáticas que vivieron y los efectos que notan en el presente. Deben conocer su carácter, la forma como manejan la ira, reconocer si tienen culpa que le atormenta, que piensan del romanticismo, aprendieron el cariño y la ternura o son fríos e impávidos.

En el área física deben conocerse sólo lo indispensable. Tristemente muchos novios intentan conocerse en el área física lo más íntimamente posible. Pero no debe existir intimidad física en el noviazgo. El toque sexual y las caricias y encuentro de los cuerpos al limite de producir excitación está reservado para el matrimonio. Los condones sólo pueden evitar tener hijospero no el daño emocional.

Quienes desean casarse necesitan conocer si existe algún problema físico o psicológico. Si uno de ellos tiene terror a la intimidad con el sexo opuesto debido a alguna experiencia traumática, si alguno fue operado y tiene el riesgo de no tener satisfacción sexual o tener hijos, si alguno tiene una enfermedad que deteriora su organismo y corre riesgos futuros, debe hacerlo conocer a su pareja.

Prepárese para el matrimonio de una manera formal buscando asesoramiento responsable.

Muchos dedicamos años de estudio para prepararnos en alguna profesión, pero muy pocos se preparan para las difíciles experiencias que acompañan la vida matrimonial. Estoy convencido que todos los que anhelan seriamente tener éxito en la vida matrimonial necesitan establecer buenos fundamentos. Los novios no sólo provienen de familias distintas sino que tienen sexo, trasfondo y carácter distinto. Tienen costumbres, principios y valores diferentes y deben prepararse para aprender a vivir en armonía a pesar de las diferencias.

El asesoramiento prematrimonial realizado por alguien con la preparación necesaria permite a la pareja grandes beneficios:
* Les ayuda a conocerse más profundamente. Todos sabemos que la etapa previa al matrimonio, por el énfasis en la conquista nos mueve a mostrar lo que queremos que la otra persona vea en vez de lo que realmente somos. Tendemos a esconder nuestros defectos. Las evaluaciones que realizara el consejero les ayudara a conocer áreas que normalmente se ocultan y las diferencias que tienen.

* Les ayuda a tener las expectativas apropiadas. Formarse ideas erróneas de lo que es el matrimonio es lo mas común y lamentablemente. El esperar mucho y conseguir poco produce decepción. El consejero les explicará lo que involucra la relación matrimonial de acuerdo al plan divino y no conforme la pareja se imagina.

* Les enseñará a manejar los conflictos. Todo matrimonio tiene que enfrentar conflicto. Pablo aseguraque los casados «tendrán aflicción de la carne». No son los conflictos los que destruyen el matrimonio sino la falta de habilidad para reconocerlos y manejarlos. La pareja que recibe asesoramiento profesional aprenderá confrontar los conflictos y recibirá herramientas para buscar soluciones.

Los padres tenemos la responsabilidad de preparar a nuestros hijos para el matrimonio con autoridad e instrucción sabia lo más temprano en la vida. Somos los primeros responsables de una buena preparación prematrimonial. Cada acto disciplinario con fundamento bíblico y cada vez que evitamos los abusos que producen los traumas que afectan las relaciones futuras de nuestros hijos, agregamos un ladrillo más en la construcción de la vida de quien va camino al matrimonio. Los padres somos responsables de enseñar el respeto, las buenas costumbres, el vocabulario apropiado y aun la forma de manejar los conflictos. Esta no es una tarea fácil pues nuestros hijos no aprenden tanto de las palabras que le compartimos como de los ejemplos que les damos. Nuestros hijos serán el reflejo de sus padres. Padres que tratan a sus esposas con ternura y aprecio y que evitan la violencia y el maltrato están enseñando a sus hijos que ese es el tipo de relación conyugal que ellos deben tener. Nada más triste que dejar a los hijos sin la instrucción y la disciplina indispensable o modelar la violencia y el abuso en nuestra relación conyugal. Así preparamos a nuestros hijos para el fracaso en su relación matrimonial. Además, los padres deben recordar que el mejor regalo de bodas que pueden dar a sus hijos es aceptar con amor y responsabilidad su derecho de ser independientes. Los padres deben estar listos a dar el asesoramiento sabio a la pareja y no sólo a su hijo cuando estos lo soliciten, pero no deben entremeterse en las relaciones conyugales de sus hijos.

Finalmente, los líderes de las iglesias somos responsables ante Dios de proveer la enseñanzas bíblica apropiadas. Debo hacer un llamadoal liderazgo. Durante algunos años, el único asesoramiento que entregué se limitaba a lo mismo que hacen muchos pastores actualmente. Sólo tenía un par de sesiones para definir los detalles de la ceremonia o les asignaba la lectura de un libro. Hoy pienso que cometía uno de los más serios actos de irresponsabilidad pastoral. Hace algunos años atrás junto a Televozandes realizamos la producción de la serie PARA NOVIOS CON AMOR que consta de 12 videos de asesoramiento prematrimonial que incluyen cursos de media hora. En ellos, al futuro matrimonio se les enseña a preparar su boda y su luna de miel. Reciben entrenamiento sobre el sexo, los conflictos, las finanzas, las falsas expectativas, el verdadero amor y otros temas más. Es mi decisión, y espero que sea la de todos los pastores, nunca más enviar a una pareja al matrimonio sin que pasen por las doce clases de asesoramiento. Estoy convencido de que no evitaremos todos los fracasos necesariamente, pero entregaremos las herramientas necesarias para vivir sabiamente.

David Hormachea es chileno, es pastor y consejero, junto a Charles Swindoll ministran en el PROGRAMA DE RADIO VISION PARA VIVIR. Es presidente de "DE REGRESO AL HOGAR" que distribuye sus conferencias en audio cassettes, discos compactos y videos. Además es escritor de varios libro

SUPERAR LA VIOLENCIA VERBAL EN EL MATRIMONIO

Por Kerby Anderson

Casi todos han oído de alguien, o conocen a alguien, que ha sido abusado verbalmente. Tal vez usted esté involucrado en una relación verbalmente abusiva. También es posible que nadie conozca su situación siquiera. El abuso verbal es como una golpiza que no deja evidencias, como las magulladuras de las golpizas físicas. Usted (o su amigo) puede estar sufriendo en silencio y en aislamiento.

En este artículo quiero abordar este tema muy importante en un esfuerzo por entender este fenómeno y brindar respuestas. Como toda área de la acción humana, comienza en la mente y el corazón. Proverbios 23:7 dice: “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” Lo que una persona piensa en su mente y en su corazón se verá reflejado en sus palabras y en sus acciones. El abuso verbal y el abuso físico son el resultado de una forma de ver el mundo que claramente no es bíblica.

El abuso verbal suele ser más difícil de ver, ya que raramente hay cicatrices visibles, a menos que haya habido abuso físico. Pero a menudo es menos visible simplemente porque el abuso tal vez siempre ocurra en privado. La víctima del abuso verbal vive en un mundo cada más confuso. En público, la víctima está con una persona. Cuando está en privado, el abusador puede convertirse en una persona completamente diferente.

Frecuentemente, aunque no siempre, el perpetrador del abuso verbal es un varón y la víctima es una mujer. Hay muchos ejemplos de mujeres que son bastante abusivas verbalmente. Pero, para simplificar los pronombres en este artículo, voy a identificar al abusador como masculino y a la víctima como femenina.

Uno de los primeros libros en describir el abuso verbal en los adultos fue el de Patricia Evans, The Verbally Abusive Relationship (La relación verbalmente abusiva). [1] Ella entrevistó a cuarenta mujeres abusadas verbalmente de entre 21 y 66 años. La mayoría de las mujeres había salido de una relación verbalmente abusiva. Usaremos algunas de las características y categorías del abuso verbal que estas mujeres describen en este libro.

Otro libro importante para entender el abuso verbal, es uno que describe el fenómeno de “volverse loco” (crazymaking). George Bach y Ronald Deutsch escribieron “Stop! You’re Driving Me Crazy (¡Alto! Me estás volviendo loco). [2] Ellos describen cómo es la experiencia de volverse loco. Esto incluye “sentirse temporalmente desequilibrado,” “sentirse perdido y sin saber adónde ir,” y “ser tomado desprevenido.”

La víctima suele ser el blanco de arranques de ira, el sarcasmo, o una fría indiferencia. La reacción del abusador ante estas acciones a menudo está recubierta de una actitud de “¿Qué te pasa a ti?” Se la acusa de “hacer de todo una montaña.” Con el tiempo, ella pierde su equilibrio y seguridad y comienza a preguntarse si es ella la que está loca.

La clave de la sanidad está en reconocer el abuso verbal por lo que es, y comenzar a tomar pasos deliberados para detenerlo y traer sanidad. Dado que el abusador suele usar la negación, la responsabilidad por reconocer el abuso verbal suele estar en la pareja.

Las características del abuso verbal:

Ahora quisiera centrarme en algunas de las características del abuso verbal según aparecen en The Verbally Abusive Relationship. [3]

1. El abuso verbal es dañino y suele atacar la naturaleza y las capacidades de la pareja. Con el tiempo, la pareja puede comenzar a creer que hay algo de malo con ella o con sus capacidades. Puede llegar a sentir que ella es el problema, y no su pareja.

2. El abuso verbal puede ser abierto (mediante insultos y arranques de ira) o encubierto (a través de comentarios sutiles, con un efecto similar a un lavado de cerebro). El abuso verbal abierto suele incluir reproches y acusaciones, y confunde a la pareja. El abuso verbal encubierto, que es la agresión oculta, confunde aún más a la pareja. Su objetivo es controlarla sin que se dé cuenta.

3. El abuso verbal es manipulador y controlador. Alguien puede hacer comentarios despectivos de una forma sumamente sincera e interesada. Pero el objetivo es controlar y manipular.

4. El abuso verbal es insidioso. La autoestima de la pareja va disminuyendo gradualmente, sin que se dé cuenta. Ella podría tratar de cambiar su comportamiento conscientemente o inconscientemente para no perturbar al abusador.

5. El abuso verbal es imprevisible. De hecho, la imprevisibilidad es una de las características más significativas del abuso verbal. La pareja queda atontada, atónita y desestabilizada por el sarcasmo, la frase hiriente, el desprecio o el comentario injurioso de su pareja.

6. El abuso verbal no es un tema secundario. Es el tema principal en la relación.Cuando una pareja está teniendo una discusión sobre un tema real, el tema puede ser resuelto. En una relación verbalmente abusiva, no hay ningún conflicto específico. El tema es el abuso, y este tema no se resuelve. No tiene un cierre.

7. El abuso verbal expresa un doble mensaje. Hay una incongruencia entre la forma en que habla el abusador y sus verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y honesto mientras está diciendo a su pareja lo que ella tiene de malo.

8. El abuso verbal suele escalar, aumentando en intensidad, frecuencia y variedad.El abuso verbal puede comenzar con frases despectivas disfrazadas como chistes. Luego pueden aparecer otras formas. A veces, el abuso verbal puede escalar hacia el abuso físico, comenzando con empellones “accidentales,” empujones y choques.

Estas son algunas de las características del abuso verbal. A continuación, consideraremos algunas de las categorías de abuso verbal. [4]

Las categorías de abuso verbal

La primera categoría de abuso verbal es retener. Un matrimonio requiere intimidad, y la intimidad requiere empatía. Si una pareja retiene información y sentimientos, entonces el vínculo matrimonial se debilita. El abusador que se rehusa a escuchar a su pareja le niega la experiencia y la deja aislada.

La segunda es rebatir. Esta es la respuesta dominante del abusador verbal que ve en su pareja un adversario. Está constantemente rebatiendo y corrigiendo todo lo que dice y hace. Por adentro, hasta puede estar pensando: “¡Cómo se atreve a tener otro punto de vista!”

El rebatir es muy destructivo para una relación, porque impide que la pareja sepa lo que piensa su compañero acerca de cualquier cosa. A veces el abusador verbal puede cortar la discusión en la mitad de una oración antes que ella pueda terminar su idea. En muchas formas, ni siquiera le permite tener sus propias ideas.

Una tercera categoría de abuso verbal es rebajar. Esto es como tomar un artículo de cien dólares y reducir su precio a un centavo. Rebajar la realidad y la experiencia de la pareja y es sumamente destructivo. Puede ser una forma sumamente insidiosa de abuso verbal, porque niega y distorsiona la percepción real de la pareja del abuso.

A veces el abuso verbal esta disfrazado como chistes. Si bien sus comentarios pueden pasar por humor, hieren a su pareja profundamente. Las pullas verbales pueden ser hechas estúpidamente o con gran habilidad, pero todas tienen el mismo efecto de humillar a la pareja desequilibrándola.

Una quinta forma de abuso verbal es bloquear y desviar. El abusador verbal rehusa la comunicación, dictamina lo que puede ser discutido o retiene información. Puede impedir toda posibilidad de resolver conflictos mediante el bloqueo y el desvío.

Acusar y culpar es otra forma. Un abusador verbal acusará a su pareja de hacer algo malo o alguna violación del acuerdo básico de la relación. Esto tiene el efecto de desviar la conversación y poner a la otra pareja a la defensiva.

Otra forma de abuso verbal es juzgar y criticar. El abusador verbal puede juzgar a su pareja y luego expresar su juicio en una forma crítica. Si ella objeta, puede decirle que simplemente está señalando algo para ayudar, pero en realidad está expresando su falta de aceptación de ella.

Estas son sólo algunas pocas categorías de abuso verbal. A continuación, veamos varias otras formas de abuso verbal.

Otras formas de abuso verbal

Trivializar puede ser también una forma de abuso verbal. Es un intento por tomar algo que se ha dicho o hecho y convertirlo en insignificante. Cuando se hace esto en forma franca y sincera, puede ser difícil de detectar. A menudo, la pareja queda confundida y cree que no ha explicado eficazmente a su compañero la importancia de algunas cosas para ella.

Socavar es también abuso verbal. El abusador no sólo retiene el apoyo emocional sino también erosiona la confianza y la determinación. El abusador a menudo aplastará una idea o sugerencia con un único comentario.

Amenazar es una forma clásica de abuso verbal. Manipula a su pareja haciendo que surjan en ella sus mayores temores. Esto puede incluir la amenaza de irse o divorciarse. En algunos casos, la amenaza puede ser escalar el abuso.

Insultar puede ser también abuso verbal. Llamar a alguien continuamente “estúpida” porque no es tan inteligente como uno o llamarla “torpe” porque no tiene tanta coordinación puede tener un efecto devastador sobre la autoestima de la pareja.

El abuso verbal puede involucrar el olvido también. Esto puede involucrar tanto la manipulación abierta como encubierta. Todos se olvidan de algo de vez en cuando, pero el abusador verbal lo hace en forma consistente. Cuando la pareja se ha serenado, después de recibir los gritos del abusador, y confronta a su compañero, encuentra que él ha “olvidado” el incidente. Algunos abusadores se olvidan de promesas que han hecho que son de gran importancia para sus parejas.

Ordenar es otra forma clásica de abuso verbal. Niega la igualdad y la autonomía de la pareja. Cuando un abusador da órdenes en vez de pedir, la trata como una esclava o una subordinada.

La negación es la última categoría de abuso verbal. Si bien todas las formas de abuso verbal tienen consecuencias serias, la negación puede ser muy insidiosa porque niega la realidad de la pareja. De hecho, un abusador verbal podría leer esta lista de categorías e insistir que no es abusivo.

Por eso es tan importante que la pareja reconozca estas características y categorías, dado que el abusador suele tomar una actitud de negación. Por lo tanto, la responsabilidad de reconocer el abuso verbal y hacer algo al respecto suele descansar en la pareja.

Hemos descrito varias características y hemos discutido varias categorías del abuso verbal. Finalmente, quisiera brindar una perspectiva bíblica.

Una perspectiva bíblica del abuso verbal

La Biblia nos advierte claramente acerca de los peligros de un hombre airado. Proverbios 22:24 dice: “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos.” Y Proverbios 29:22 dice: “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.”

No es la voluntad de Dios que usted (o su amigo) esté en una relación verbalmente abusiva. Esas palabras airadas y críticas destruirán su confianza y su autoestima. Ser sumisa en una relación de matrimonio (Efesios 5:22) no significa dejarse ser golpeada verbalmente por su pareja. Es cierto que 1 Pedro 3:1 enseña que las esposas, al someterse a sus esposos, pueden ganarlos a Cristo por su comportamiento. Pero no enseña que deben permitir que sean abusadas verbalmente o físicamente.

He aquí algunos principios bíblicos clave. Primero, saber que Dios la ama. La Biblia enseña: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18).

Segundo, trate con sus sentimientos de culpa. Tal vez sienta que los problemas de su matrimonio son culpa suya. “Si sólo hiciera las cosas mejor, él no estaría tan enojado conmigo.” La Biblia enseña en Salmos 51:6 que “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.” Aún cuando pueda tener sentimientos de culpa, tal vez usted no sea la parte culpable. Yo le recomendaría que lea mi artículo sobre el tema de la falsa culpa. [5]

Un tema relacionado es la vergüenza. Tal vez sienta que usted tiene algo malo. Tal vez sienta que es una mala persona. Salmos 139:14 dice: “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe bien.”

Finalmente, debe darse cuenta que usted puede dejar de ser una víctima y concordar con Dios en que puede ser libre. 2 Corintios 3:17 dice: “El Señor es el Espíritu; donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”

Un elemento clave en este área del abuso verbal indudablemente será confrontar al abusador. Es importante que usted se dé cuenta que la confrontación es un principio bíblico. Jesús enseñó acerca de esto en Mateo 18:15-20. Yo le recomendaría que busque ayuda de un pastor o un consejero. Pero también le recomendaría que consiga hombres y mujeres de Dios que puedan confrontar afectuosamente a la persona que la está abusando. Su objetivo debería ser penetrar a través de su negación y restaurarlo amablemente con un espíritu de mansedumbre (Gálatas 6:1).

El abuso verbal es un problema emocional difícil, pero hay esperanza si el abusador está dispuesto a confrontar su pecado y conseguir ayuda.

Kerby Anderson.

martes, 7 de junio de 2011

ESTA MANO

¡¡LIBERTAD!!

¡¡ Podrán quitarnos la vida , pero jamás nos quitaran la libertad !! , palabras de mel gibson interpretando a William Wallace en la película corazón valiente , estas palabras solo las dice un hombre que esta dispuesto a todo por ser libre , incluso entregar su vida.

Hace mas de 2000 años Jesucristo entrego su vida en la cruz del calvario por amor a nosotros , entrego su vida para que tu y yo fuéramos libres , y cuando hablo de libertad no solamente hablo de ser libre del pecado , si no de la libertad que siente un hombre que es verdaderamente libre (valga la redundancia) en todos los campos de su vida.

la libertad tiene un precio , eso es algo que tal ves nunca te lo han dicho pero así es , tu libertad ya fue pagada hace mas de 2000 años en una cruz , y si alguien que fue ,es y será mas importante que William Wallace pago el precio con su sangre siendo inocente , quien eres tu para no defenderla ??

Hace mucho tiempo escuche decir a alguien que “los cobardes mueren muchas veces antes de morir” ,y nosotros no somos ningunos cobardes , somos personas que día tras día luchamos y lucharemos por nuestra libertad , porque no existe nada que tenga el poder de atarnos , esclavizarnos y llevarnos al fracaso , No existe ninguna cadena que pueda hacerlo , porque nuestro señor Jesús ya las rompió y pago el precio por nuestra libertad.

Así que no temas querido lector que la batalla es dura , y pueden haber muchas caídas en nuestra pelea por nuestra libertad , pero créeme que la guerra ya la tienes ganada desde hace mas de 2000 años , solo ten presente y que nunca se te olvide , AVANZAR

Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
Que Dios los bendiga.

SIGNIFICADO DE FRACASO

Según una enciclopedia online el término fracaso significa : Falta de éxito o resultado adverso , para mí el fracaso es dejar de luchar por lo que se sueña , no importa cuanto tiempo te demores o cuantas veces se tenga que volver a comenzar.

Pero para ti que es el fracaso ?? , algunas definiciones de la palabra fracaso que nos motivan a seguir adelante

Fracaso no significa que todavía no hemos logrado nada, significa que hemos aprendido algo.

Fracaso no significa que hemos actuado como necios, sino que hemos tenido mucha fe.

Fracaso no significa falta de capacidad, significa que debemos hacer las cosas de distinta manera.

Fracaso no significa que somos inferiores, significa que no somos perfectos.

Fracaso no significa que hemos perdido nuestra vida, significa que tenemos buenas razones para comenzar de nuevo.

Fracaso no significa que debemos echarnos atrás, significa que tenemos que luchar con mayor ahínco.

Fracaso no significa que jamás lograremos nuestras metas, significa que tardaremos un poco más en alcanzarlas.

Fracaso no significa que Dios nos ha abandonado, significa que Dios tiene una idea mejor.

Dios los bendiga.

HACEMOS UN TRATO?

Si alguna vez adviertes que te miro a los ojos,
y una veta de amor reconoces en los míos,
no pienses que deliro,
piensa simplemente que puedes contar conmigo.

Si otras veces me encuentras huraño sin motivo,
no pienses que es flojera;
igual puedes contar conmigo.

Pero hagamos un trato, yo quisiera contar contigo,
es tan lindo saber que existes, uno se siente vivo,
y cuando digo esto, no es para que vengas corriendo en mi auxilio,
sino para que sepas que tu siempre puedes contar conmigo.

Autor : Mario Benedetti

Que Dios los bendiga.

CRUZADA DE SANIDAD Y MILAGROS DE NUESTRA APOSTOL LILI GALINDO 3 Y 4 DE JUNIO 2011


EL PREDICADOR CRISTIANO ES UN HERALDO 3

EL PREDICADOR CRISTIANO ES UN HERALDO
Aquí tenemos en el N.T. otra figura que nos ilustra otra faz del predicador y el alcance de su ministerio.
Leamos 1Co. 1:21b,23 y notemos:
“…agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación…pero nosotros predicamos(keryssomen: proclamamos como heraldos) a Cristo crucificado.”
San Pablo afirma que mediante esta predicación hecha como heraldos (kerigma), que Dios se complace “en salvar a los creyentes.”
En su carta a Timoteo repite dos veces que ha sido “constituido predicador” (keryk, heraldo) del evangelio (1Ti.2:7; 2Ti. 1:11).
Esta predicación del NuevoTestamento - dice un escritor - no es un discurso formal y teórico, “dirigido a un reducido grupo de creyentes convencidos dentro del recinto de la iglesia “sino algo más profundo, “una proclamación hecha por un Heraldo, por el pregonero de la ciudad, a plena luz del día, al toque de trompeta, de máxima actualidad, dirigida a todos porque viene del Rey mismo. Varios verbos griegos describen esta actividad pública, sobre todo (an ap dikat) aggellein, “anunciar o declarar” según lo vemos en Lc.9:60; y Jn.1:1-5.”
Así, la idea fundamental de estas palabras es anunciar noticias a personas que no las habían oído antes. Mientras la figura del administrador nos enseña que su tarea es alimentar a la familia de Dios, EL HERALDO tiene un mensaje, las buenas nuevas, que debe proclamar a todo el mundo.
Como dice un escritor: “somos mayordomos de lo que Dios ha dicho, pero HERALDOS de lo que Dios ha hecho.” El sentimiento más profundo en el corazón de un predicador deben ser los millones de almas que periódicamente pasan a la eternidad sin ser salvos.El heraldo cristiano es eminentemente un evangelista – su pasión es la salvación de las almas.
Otra característica notable es que el heraldo no se conforma con predicar las buenas nuevas - su proclamación lleva implícita un llamamiento, exige una respuesta de sus oyentes.
Por eso, si vas a predicar, debes tener claro el propósito. Debes diferenciar lo que es una predicación a creyentes, de lo que es una proclama a quienes no conocen a Cristo.
La mayoria de las veces se compartirá un auditorio con creyentes y también con incrédulos, y sabes que debes ministrarles a ambos el mensaje. ¿Cómo hacer para lograrlo? ¿Por dónde empezar? Si has orado y preparado tu sermón con diligencia, no debes tener miedo.
Solamente tienes que saber que tu dependencia del Espíritu Santo será muy, pero muy estrecha. Te conviene en cada oportunidad reconocer tu dependencia de El. Si tu dependencia del Espíritu Santo es real El se hará cargo de la situación.
Notemos que nos dice el diccionario qué es un heraldo: “Persona que, en las cortes de la edad media, se ocupaba de transmitir mensajes, ordenar las grandes ceremonias y llevar los registros de la nobleza (sinónimo: rey de armas)” También dice que era “el oficial que anunciaba públicamente un suceso de importancia.” Sin embargo, este concepto no está del todo completo.
“En el mundo de Homero” escribe el Dr. Mouce, “el heraldo era un hombre de dignidad y ostentaba una posición notable en la corte real, mientras que en la era post-Homérica… el heraldo servía al estado más que al rey. Su principal tarea, como pregonero, era hacer públicos los edictos oficiales. Era necesario que tuviese una voz potente, en algunas oportunidades usaba una trompeta.
Además, era esencial que el heraldo fuese un hombre de notable dominio propio. Debía recitar la proclamación tal como la había recibido. Como de la boca de su Señor – no se atrevía a añadir su propia interpretación.”
Algunos de estos heraldos los tenemos descriptos en la Biblia, por ejemplo los que precedieron la carroza de José por orden de Faraón y que gritaban delante de él:
“¡Doblad la rodilla!” (Gn.41:43). En el caso de Mardoqueo cuando “lo condujeron a caballo por la plaza de la ciudad” (Ester 6:9-11) y otros ejemplos para leer en Dn.3:1-5; 2 Cr.30:1-10.
Juan el Bautista cumplió este ministerio de heraldo de una manera clara.
El evangelio de Marcos lo llama el “mensajero” de Dios, enviado a preparar el camino delante de El. (Mal.3:1 y Mr.1:2) Fue el precursor del Mesías, que llamaba a la gente al arrepentimiento, para preparar el camino del Señor.
Si has pensado predicar deberías tener claro, como Juan el Bautista, el propósito de su predicación que también deberá ser el tuyo: llamar a los hombres al arrepentimiento.
Jesús caminaba las calles de Palestina proclamando que con su venida el mensaje del Bautista se estaba cumpliendo.
“y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando (kerysson, proclamando) el evangelio del Reino.” Mt.4:23.
Y esta misma tarea nos encargó a sus seguidores; las palabras que usa son siempre las que ilustran la acción del heraldo, su proclama, el anuncio de su mensaje.
“y yendo, predicad, (keryssete) diciendo: El Reino de los cielos se ha acercado.” Mt.10:7.
Después de su resurrección dió a la iglesia la comisión universal: “que se predicara (kerychtenai) en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones…” Lc. 24:47
Que Dios los bendiga.

EL PUBLICISTA Y EL CIEGO

Había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía:

“POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO”.

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra.

Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio.

Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.

El publicista le contestó:

“Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras”.

Sonrió y siguió su camino.

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:

“HOY ES PRIMAVERA, Y NO PUEDO VERLA”.

A veces tenemos que cambiar nuestra estrategia para conseguir lo que queremos, que tengan un hermoso día lleno de bendiciones.

Isaías 43:1

Isaías 43:1